21 de octubre de 2021
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Salud bucal

Estrés y salud bucal

Las personas, a lo largo de nuestra vida, tenemos que afrontar diferentes escenarios que pueden afectar a nuestro estado de ánimo y a nuestra salud mental. La vida no es lineal, hay altibajos que no siempre son fáciles de superar y que pueden generar consecuencias negativas en nuestro día a día. Los problemas laborales, las situaciones personales complicadas o la inestabilidad emocional pueden provocar estrés. Pero va más allá. El estrés puede desencadenar en otros problemas de salud y nuestra boca no está a salvo de ellos.

Los efectos del estrés en la salud bucal

¿Quién no ha sentido alguna vez dolores de cabeza, de cervicales e, incluso, fatiga y falta de concentración? Son los síntomas más habituales del estrés. Pero sus consecuencias pueden ser muchas más y afectar a diferentes partes de nuestro cuerpo.
En la boca, el estrés puede aumentar el riesgo de halitosis, recurrencia de herpes, bruxismo, caries y hasta periodontitis.

Las afecciones como el herpes o la halitosis pueden aparecer tras un momento de mucha tensión que hace descender los niveles de nuestras defensas. Algunas situaciones cotidianas que pueden provocarlo son periodos de exámenes, las reuniones laborales o cambios en la vida doméstica como las mudanzas.
Esta situación de alerta en nuestro sistema inmune, prolongada en el tiempo, también contribuye a aumentar el riesgo de padecer alguna enfermedad periodontal y disminuir la producción de saliva, lo que a su vez podría, junto con otros factores como la mala higiene y el consumo de azúcares, favorecer la aparición de la temida caries.

El estrés no solo influye negativamente en el sistema inmunitario, sino que también cambia nuestro estilo de vida. El frenesí del día a día y las jornadas demasiado ajetreadas pueden hacernos descuidar la higiene bucal y, si no nos cepillamos los dientes tres veces al día, las bacterias pueden crecer en nuestra boca y pueden provocar desequilibrios en nuestra salud bucal.
Por si fuera poco lo que nos puede ocurrir durante el día, tampoco nos libramos de los efectos del estrés durante la noche. El bruxismo es una afección que consiste en apretar o rechinar los dientes involuntariamente, normalmente mientras estamos durmiendo y, estar sometidos a estrés, aumenta las probabilidades de padecer este hábito que genera problemas en la mandíbula, hipersensibilidad dental y rotura de los dientes.

¡Prevención y calma!

Después de haber enumerado todos los efectos del estrés en tu boca, tenemos que decirte que no todo van a ser malas noticias. Tiene solución y no es tan complicado o costoso como a priori parece. Siguiendo una dieta equilibrada, cumpliendo una pauta estricta en los hábitos del cepillado y realizando visitas periódicas al dentista conseguiremos prevenir y afrontar todas las patologías que puedan desencadenarse en nuestras bocas.

Además, hay pequeños cambios en nuestro estilo de vida que nos ayudarán a disminuir el estrés y garantizar nuestra salud. Realiza ejercicio físico regularmente, utiliza técnicas de relajación, respira controladamente en situaciones extremas y organiza bien tus rutinas para evitar que se te acumulen las obligaciones.

¡En PHB cuidamos de tu sonrisa pero sobre todo de tu salud!

 

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