18 de marzo de 2016
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La seda dental, una gran aliada en la higiene bucal diaria

El inicio precoz del cepillado dental ayuda a establecer un hábito de cuidado bucal que dura toda la vida. En los niños las caries se localizan con gran frecuencia entre las muelas de los dientes temporales, en la unión de una muela con otra. Estas zonas interdentales retienen más restos de comida, su acceso con el cepillo es difícil y eso hace que su limpieza con la higiene diaria sea complicada. Para asegurar una correcta limpieza de estas zonas podemos complementar la rutina de higiene bucal diaria (cepillado y enjuagues) con el uso de seda dental. Esta va a ser la mejor alternativa para realizar una eliminación adecuada de la placa bacteriana.

En edades tempranas, hasta los 6-8 años aproximadamente, los niños todavía no han desarrollado la capacidad motriz suficiente para poder usar la seda dental de manera adecuada por sí solos. Al igual que el cepillado dental debe ser “repasado” por los padres hasta esa edad, la utilización de la seda dental también debe ser tarea de los padres. A partir de los 6-8 años los niños pueden empezar a aprender a utilizarla para ir adquiriendo el hábito correctamente.

No todos los padres usan seda dental en su higiene bucal diaria, por lo que para poder ayudar a sus hijos a realizar una limpieza bucal correcta primero deberán perfeccionar su propia técnica. Esto va a ser imprescindible para conocer cómo debe realizarse adecuadamente la técnica y evitar malas experiencias en nuestro hijo que puedan producir un rechazo al uso de la seda dental.

Vamos a dar unas pequeñas pautas para usar correctamente la seda dental. Es importante ser conscientes de que se requiere un periodo de aprendizaje hasta que logremos realizar una técnica eficaz.

  • Usar hilo o seda dental sin cera para permitir la asimilación de flúor de la pasta dental y de los enjuagues.
  • Debemos cortar un trozo de seda de unos 30- 40 cm y enrollar ligeramente sus extremos en los dedos corazón de ambas manos. Dejaremos un trozo de seda entre ambas manos de 5-6 cm.
  • Es muy importante mantener el control de la fuerza sobre la seda dental, por lo que no deben separarse más de 2 cm los dedos que guían la seda dental (dedo índice y pulgar).
  • Pasaremos cuidadosamente la seda dental entre los puntos de contacto de las muelas moviéndola en zigzag hasta que se deslice lentamente, en forma de “C”. Hay que evitar hacer movimientos bruscos para no lesionar la encía.
  • Una vez pasada la unión entre los dientes con la seda, la curvamos suavemente alrededor de la base del diente asegurándonos de que pase por debajo de la encía.
  • Debemos desplazar el trozo del hilo usado en cada espacio para limpiar cada diente con seda limpia.
  • Una vez finalizado el uso de la seda dental, debemos enjuagarnos la boca para eliminar la placa y los residuos.

El odontopediatra va a ser de gran ayuda tanto para los niños como para los padres, ya que nos enseñará la técnica de uso de la seda dental. Además valorará la situación concreta de cada niño y nos recomendará las medidas higiénicas más adecuadas.

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