Una jornada laboral puede llegar a ser muy intensa, física y mentalmente. Por eso, es clave encontrar espacios de relajación y calma cuando llegamos a casa, posiblemente uno de nuestros lugares preferidos para desconectar.
Lo que pasa en el trabajo, se queda en el trabajo. Este es uno de los consejos que deberíamos grabar en nuestra mente, pero no siempre es fácil llevarlo a cabo. Y es que pensar en nuestras preocupaciones y en las cosas que todavía están por acabar, es algo que hacemos todos. Frente a esto, solo nos queda buscar la calma y huir del estrés.