Cuidando las encias
21 de marzo de 2018
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Encías

Cuidando tus encías

La lengua, el paladar, las glándulas salivares… la boca no solo la forman los dientes, también hay diferentes órganos, estructuras y tejidos que debemos tener presentes, y uno de los tejidos que más debemos cuidar son las encías.

¿Que son las encías?

La encía es una estructura fibromucosa que ayuda a proteger tanto el hueso periodontal donde están insertados los dientes, como los propios dientes. Tiene una función tan importante como la tiene la piel para los músculos, y por eso debemos saber qué tipo de riesgos puede sufrir y cómo podemos evitarlos o paliarlos.

Una encía sana tiene un color rosáceo o rojo pálido y está firmemente adherida a los dientes. Es importante saber esto ya que la mayoría de problemas gingivales se detecta simplemente diferenciando su color. Así que es importante que al cepillarte los dientes observes también tus encías y aprendas a detectar si sufre algún cambio de color o se vuelve más rojiza, si se encuentra inflamada o si sangra al cepillado, si es así, acude a tu dentista  y él te ayudará a paliar la gingivitis a tiempo.

¿Que puede causar una enfermedad en las encías? ¿Cómo tratarlo?

Hay muchos factores que condicionan la gingivitis, pero uno de los más comunes es la falta de higiene bucal o el mal uso de ella, quiere decir, que puedes tener gingivitis tanto si no te cepillas y no te cuidas a diario, como si lo haces pero con una técnica de cepillo incorrecta. Debemos tener en cuenta que en el hábitat natural de nuestra boca de por si ya conviven muchas bacterias y no todas son buenas, pero además comemos, bebemos, fumamos, besamos y todos estos actos también traen consigo microorganismos externos que pueden condicionar y cambiar nuestro hábitat bucal, por eso no hay que escatimar en higiene y debemos ser muy cuidadosos y constantes.

Debemos tener como ritual diario tres veces de cepillado como mínimo, acompañado cada uno de un cepillo suave para no dañar la encía, un dentífrico fluorado, el uso del hilo dental, el cual es muy importante porque accede donde el cepillo no llega y elimina todos los restos de comida y placa que haya entre la encía y el diente, y el uso de un enjuague bucal para completar el procedimiento.

Si ya sufres periodontitis, popularmente más conocido como piorrea, debes tener en cuenta la enfermedad constantemente. La periodontitis consiste en que esos microorganismos citados anteriormente se han logrado infiltrar entre la encía y han llegado al hueso y han empezado a atacarlo. A diferencia de la gingivitis, la periodontitis es una enfermedad irreversible, ya que el hueso no se vuelve a regenerar, y es una estructura muy importante ya que sirve de sujeción a los dientes. Por lo que si no hacemos nada por frenarla, perderemos los dientes mucho antes de lo previsto.

Como paciente periodontal debes tener en cuenta que tu cuidado debe ser más minucioso, deberás tratar la enfermedad desde un enfoque clínico cuanto antes, y deberás tener en cuenta que el mantenimiento, que es la parte más importante de todo el tratamiento, no puede reducirse a una simple limpieza profesional anual. Como paciente periodontal deberás acudir a tus mantenimientos periodontales al menos tres veces al año, puesto que la enfermedad no deja de avanzar gradualmente.

Pero además, debes tener en cuenta que el cuidado diario es el más importante, y como paciente periodontal debes ser más constante, cambiando hábitos de vida e insistiendo en la higiene. Debes saber que para una correcta higiene bajo la periodontitis no basta con cepillar. Deberás usar un cepillo suave/extra suave ya sea manual o eléctrico, siendo el último el más efectivo y realizando un pequeño masaje en la encía durante el cepillado, hilo o seda dental, dentífrico fluorado o específico para encías según las indicaciones de tu dentista, cepillado interdental con cepillos interproximales  para las zonas de difícil acceso, y enjuague bucal específico para encías. También puede ser usado mediante irrigación. Para ello existen unos aparatos llamados irrigadores bucales que te ayudarán a dirigir el enjuague diluido a presión y se infiltrará entre la encía accediendo a las zonas difíciles.

Si una higiene diaria en una boca sana tiene una duración de 5 minutos, ocupando el cepillado 3 minutos, una higiene diaria cuando tienes periodontitis debe tener una duración mínima de 8-10 minutos, ocupando el cepillado 4-5 minutos y la irrigación otros 3 minutos, para garantizar así una correcta higiene.

Y recuerda que todo detalle es poco cuando se trata de salud. Debemos tener presentes que vivimos cada vez más años, y necesitamos conservar nuestros dientes y nuestra boca en buen estado para poder disfrutar mejor de la vida.

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