
La caída del primer diente
Y si a los 6 meses, aproximadamente, celebrábamos la salida de esos primeros dientecillos de ratón, alrededor de los 6-7 años serán ellos los que celebren la caída de sus primeros dientes, y la posterior visita de esos mágicos amigos que dejan regalitos bajo las almohadas. El proceso de caída de los dientes suele seguir el mismo orden que en su salida. Los incisivos inferiores dan el pistoletazo de salida, seguidos por los superiores.
Los peques pueden estar mudando los dientes hasta los 12 ó 13 años, cada niño tiene un tiempo diferente, no hemos de agobiarnos si a los 5 años no han empezado a caérsele los dientes. Sin embargo, si la caída se adelanta a los 4 años debemos visitar al dentista para asegurarnos que no se trata de ninguna enfermedad bucodental. De la misma manera que si a los 7 años sigue teniendo todos los dientes de leche también es recomendable visitar al dentista.
¿Qué hacer cuando un dientecillo comienza a moverse? Podemos decirle a nuestro futuro “desdentado” que mueva ¡flojito! el diente en cuestión, advirtiéndole que no haga por arrancarse el diente (seguro que le entran las prisas por la visita de Pérez o de cualquiera de sus colegas) porque podría provocar infección en su raíz.
De 1 a 2 meses puede tardar su caída así que debemos enseñarles a tener paciencia e ir explicándole que estos serán sus dientes definitivos, ya no tendrán un “repuesto” por lo que han de ser cuidadosos en su cuidado e higiene diaria. Y así un buen día el diente caerá y habrá que hablar con Pérez…