6 de noviembre de 2018
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3 pasos imprescindibles

Los dientes, la voz y la pronunciación

Uno de los rasgos más diferenciales de una persona es, sin duda, su voz. Pero ¿sabías que los dientes tienen mucho que ver en nuestra pronunciación y la manera en la que hablamos?

Lo cierto es que, en el habla, intervienen diferentes órganos. Para empezar, el aire debe salir de los pulmones, pasar por la laringe y finalmente llegar a la boca. Una vez allí, la lengua es la responsable de modular este aire, haciendo contacto o no con los dientes.

Así pues, en función de cómo sea la anatomía de nuestra boca, la modulación del aire se producirá de una manera u otra y esto determinará la forma en la que hablamos. También, dependiendo de cómo la lengua ‘golpee’ los dientes, podremos pronunciar determinados sonidos.

De este modo, la alineación de los dientes y, sobre todo, su ausencia tendrá un impacto directo a la hora de expresarnos.  

Para poder acabar de comprender la estrecha relación entre dientes, voz y pronunciación, tan solo debemos pensar en la particular forma de expresarse de una persona desdentada – ya sea por la pérdida de dientes o porque éstos nunca llegaron a formarse (anodoncia) – así como en los bebés o niños de corta edad que únicamente cuentan con unos pocos dientes de leche.

Lógicamente, cuantos menos dientes, más se acentuarán estas alteraciones o cambios en la pronunciación y la voz.

Pero no solo la falta de dientes puede causar problemas de dicción. En ese sentido, hay otros problemas bucodentales que pueden afectar a la fonación, así como ciertos tratamientos odontológicos.

Asimismo, cualquier variación en el interior de la cavidad oral puede modificar nuestra forma de hablar y pronunciar ciertos sonidos.

Respecto a los tratamientos odontológicos, en efecto, algunos de ellos pueden alterar nuestra voz y nuestra pronunciación, como por ejemplo la ortodoncia.

En ese sentido, suelen deberse a los cambios temporales que tienen lugar a nivel bucal, por ejemplo, con la extracción de las muelas del juicio, o bien a la anestesia local que aplica el dentista y que puede tardar unas horas en desaparecer.

No obstante, es sobre todo al acoplar algún componente externo en los dientes o la boca que se suelen acentuar estos cambios en la fonación y se puede requerir de un tiempo mínimo para volver a hablar con normalidad.

Esto pasa sobre todo en los tratamientos de ortodoncia, ya que dientes, labios y lengua deben adaptarse a nuevos elementos: los brackets o las férulas..

Aún así, la buena noticia es que los cambios en el habla con la ortodoncia o las prótesis tan solo duran unos días, hasta que la boca se acostumbra a la nueva situación.

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