6 de abril de 2016
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3 pasos imprescindibles

Sonrisas con Experiencia: Consejos para mantener la sonrisa que siempre has querido

Aprendemos a cepillarnos los dientes en la infancia y repetimos esta acción durante toda la vida. Una vez, dos veces, tres veces al día… Sin embargo, se acaba convirtiendo en un gesto automático y no siempre somos conscientes de si estamos haciendo algo mal. De hecho, según van pasando los años, las prisas hacen que este tipo de trámites los llevemos a cabo con el “modo automático” y en ocasiones no seamos todo lo eficaces que deberíamos.

Por eso, lo primero que tenemos que hacer si queremos conservar una sonrisa sana y joven es asegurarnos de que el odontólogo nos ha enseñado la técnica de cepillado correcta y, después, seguir los siguientes consejos. No lo dudes, tu boca te lo agradecerá.

Elige con cuidado tu cepillo: debe ser suave, de un cabezal con un tamaño que permita alcanzar todos los «rincones» de la boca y mejor, que se venda en farmacias. Reemplázalo cada tres meses para mantenerlo siempre en condiciones óptimas.

– Evita cepillarte los dientes con demasiada fuerza para no desgastar las capas translúcidas del esmalte. Haz un movimiento de barrido con el cepillo de dientes, desde las encías hasta el final de cada uno de los dientes, tanto en su cara interior como en la exterior.

– Antes de comenzar la higiene dental, no está de más enjuagarse con agua, para disminuir la posibilidad de la comida se quede pegada en el cepillo.

– Si no se puede llevar a cabo la limpieza inmediatamente después de una comida, conviene consumir alimentos «detergentes» como la zanahoria y la manzana, que ayudan a eliminar los residuos. Un chicle sin azúcar es también una buena alternativa.

– No te olvides de la limpieza interdental ya sea con hilo, cintas cedas o cepillos interdentales, ya que accede en aquellos espacios donde el cepillo no puede alcanzar. Utilízalo al menos una vez al día, preferiblemente, antes de ir a dormir.

Cepilla la lengua: el mal aliento puede ser causado por la acumulación de bacterias en la misma.

Utiliza enjuague bucal tras el cepillado; elige uno adecuado para tu boca en función de tus necesidades.

– Evita, en la medida de lo posible, el consumo de tabaco, el exceso de café, refrescos carbonatados, y el vino tinto (que mancha los dientes).

– Visita a tu odontólogo una vez cada seis meses.

  • En el caso de que hayas llevado algún tratamiento de ortodoncia, es fundamental que acudas a tus revisiones y que te coloques los retenedores, fijos o removibles (a usar sólo por la noche), que ayudan a mantener los dientes en la posición correcta.
  • Si te has hecho un blanqueamiento dental, es recomendable que uses pastas dentífricas blanqueadoras, que te ayudarán a mantener el blanqueamiento a pesar del paso del tiempo.
  • En el caso que uses prótesis removibles, debes cepillarlas antes de colocárselas en boca, con un cepillo especial para prótesis que puedes encontrar en las farmacias y jabón de manos neutro. Y al menos una vez a la semana, desinfectarlas con una pastilla desinfectante de prótesis, de venta en farmacias.
  • Si tienes implantes, a demás de realizar una minuciosa higiene dental diaria debes acudir a las revisiones periódicas de éstos y acudir al odontólogo si notas cualquier dolor, molestia o aflojamiento de la prótesis sobre implante.

Estos simples y sencillos consejos te ayudarán a mantener tu sonrisa sana y a mantenerla joven y viva año tras año.

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