3 de noviembre de 2017
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3 pasos imprescindibles

¿Conoces las Muelas Definitivas?

La dentadura definitiva tiene 32 dientes. Existen 4 tipos de dientes según su forma, y función y situación: 8 incisivos para cortar los alimentos, 4 caninos o colmillos para desgarrar, 8 premolares para triturar y 12 molares o muelas para triturar y moler.

Clásicamente la cronología de la erupción de los dientes definitivos se divide en tres fases:

  1. Primera fase: Se inicia aproximadamente a los 6 años de edad y marca el comienzo del recambio dentario. Empieza con la erupción de los primeros molares y dientes incisivos centrales inferiores que van saliendo según cada niño.
  2. Segunda fase: Empieza aproximadamente a los 10 años de edad. Se produce el recambio dentario con la salida de los premolares y caninos. Los segundos molares cierran este segundo período de recambio  saliendo a los 11-13 años aproximadamente.
  3. Tercera fase: Aunque los primeros dientes definitivos salen sobre los 6 años de edad, no tenemos todos los dientes hasta mucho más tarde. Esta tercera fase, es posible que nunca nos salgan o incluso que no se hayan ni formado, son los terceros molares o cordales que pueden aparecen a partir de los 17 años de edad, cuando ya somos adultos y se conocen como las  “muelas del juicio”.

Hemos de tener cuidado con los primeros molares o muelas definitivas, teniendo una  buena higiene bucal, ya que muchas veces son los primeros dientes que sufren fosas o fisuras.

Pero… ¿qué son las fosas y las fisuras de las muelas?

En la superficie de las caras masticatorias de las muelas hay un relieve con picos y  valles. Estos “relieves”son los llamadas FOSAS y FISURAS.

Las fosas y fisuras son profundas y estrechas, quedando fuera del alcance del cepillo, de modo que las caries pueden progresar más fácilmente en estas zonas.

Entre el 80 y  90% de las caries que afectan a nuestros dientes son posteriores, por ello debemos tener especial cuidado en esta zona.  

Es muy importante nuestra limpieza interdental, para llegar a todos los espacios interdentales, por ello debemos utilizar productos específicos para la limpieza interdental, como sedas o hilos, cepillos interdentales e irrigadores bucales.
Debemos llevar a nuestro hijo desde pequeño a revisiones con el odontopediatra, ya que las principales metas son la prevención y los exámenes periódicos para mantener nuestra sonrisa sana.

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